
La elección de la pareja resulta ser un hecho singular, trascendente y significativo en la vida de cualquier persona.
Con la cultura la pareja se convirtió en una institución, dando paso al matrimonio y consecutivamente a la familia. Sin embargo, la pareja y su formación es un hecho que se produce entre dos personas que eligen, aunque no siempre es así.
? ¿Es realmente una elección? En realidad enamorarse, amar, querer, no es una elección consciente pero sí entran en juego una gran cantidad de situaciones que permiten que esto se dé. La belleza, la atracción, lo que el otro representa para nosotros, y lo que una pareja significa para cada uno.
Una expresión popular dice que "el amor es ciego", y realmente hay algo de verdad en esta afirmación. Uno puede amar o enamorarse sin que haya factores estéticos de por medio. Sin embargo, cuando el amor circula en una mirada la belleza toma una significación muy subjetiva.
? Otro elemento a tener en cuenta es la atracción sexual. Por lo tanto, es oportuno que amor y atracción sexual se conjuguen en una misma relación, aunque no siempre se da de esta forma.
Hay circunstancias en la que por diversos motivos el amor o el deseo dejan de estar, hecho que puede tornar complicada la relación. Puede que suceda por el simple transcurrir del tiempo, pero no puede dejarse por fuera la posibilidad de que ciertas acciones subjetivas tal vez conflictivas intervengan sin darnos cuenta.
Acá vale preguntarnos, ¿qué fue lo que sucedió?, ¿qué es lo que ha sucedido que el amor se ha desvanecido y que el deseo se ha apagado? Analizar hasta dónde se trata de uno, hasta dónde se trata del otro o si simplemente cayó por su propio peso.
? También se escucha con frecuencia que el amor todo lo puede. Que por amor se hagan muchas cosas no necesariamente será suficiente para que la pareja pueda llevar una buena relación.
Puede haber amor, sin embargo la incompatibilidad en la relación no permite que la pareja pueda madurar. Discusiones, enfrentamientos, celos, y aun proyectos diferentes suelen influir contra la construcción de un camino viable.
? Esto lleva a otras preguntas: ¿qué pasa, qué es lo que se ama si se llevan tal mal? Obviamente no habría una respuesta general que sea aplicable a todos los casos. Sería oportuno intentar aclarar este enigma a partir de una indagación más profunda que lleva al interior de lo inconsciente.
Y la mayoría de las veces esto debe darse entre ambas partes, es decir, lo que le pasa a uno para luego confrontarlo ante su vida y su pareja.
? Tanto en la elección como en el desarrollo de la pareja suelen intervenir inexorablemente la posición subjetiva de cada uno. Es acá donde diversos conflictos no elaborados que pueden jugarnos una mala pasada.
"Elegir mal" siempre puede suceder, es factible. Pero si esta mala elección se produce de manera continua y en forma repetitiva es un suceso que no deberíamos dejar escapar. Repetir las mismas elecciones donde lo que aparece es el conflicto, o simplemente donde más que disfrutar se sufre, es una señal de alerta, un signo a ser leído.
Si la mala "elección" vuelve a ocurrir, en todos los casos la próxima pareja seguramente compartirá el mismo destino.
Condicionamientos:
Tener una relación o estar en pareja no es una obligación ni un deber. Durante mucho tiempo, sí lo fue, siendo socialmente cuestionado no casarse ni tener hijos, casi como un fracaso en la vida. Este condicionamiento social en ocasiones suele funcionar como un empuje a que esta "elección" conlleve un compromiso social y no el propio deseo.
? Estar solo o sola era mal visto, y en cierta medida hoy también. Es por esto que el refrán "más vale solo que mal acompañado" tiene sentido, y no porque la otra persona sea mala sino porque simplemente no funcionaría.
Es acá donde reside la importancia de tener una elección libre de condicionamientos, llevado por el deseo, y no por razones externas o el propio "síntoma".
? Suele ser una excusa simplista suponer que las malas relaciones o elecciones de pareja sean ajenas a uno, arribando a la conclusión más facilista en donde el responsable posiblemente sea el destino, el karma o la mala suerte, imposibilitando el hacerse cargo de lo que a uno le acontece y determina su vida
Fuente: LaCapital
Con la cultura la pareja se convirtió en una institución, dando paso al matrimonio y consecutivamente a la familia. Sin embargo, la pareja y su formación es un hecho que se produce entre dos personas que eligen, aunque no siempre es así.
? ¿Es realmente una elección? En realidad enamorarse, amar, querer, no es una elección consciente pero sí entran en juego una gran cantidad de situaciones que permiten que esto se dé. La belleza, la atracción, lo que el otro representa para nosotros, y lo que una pareja significa para cada uno.
Una expresión popular dice que "el amor es ciego", y realmente hay algo de verdad en esta afirmación. Uno puede amar o enamorarse sin que haya factores estéticos de por medio. Sin embargo, cuando el amor circula en una mirada la belleza toma una significación muy subjetiva.
? Otro elemento a tener en cuenta es la atracción sexual. Por lo tanto, es oportuno que amor y atracción sexual se conjuguen en una misma relación, aunque no siempre se da de esta forma.
Hay circunstancias en la que por diversos motivos el amor o el deseo dejan de estar, hecho que puede tornar complicada la relación. Puede que suceda por el simple transcurrir del tiempo, pero no puede dejarse por fuera la posibilidad de que ciertas acciones subjetivas tal vez conflictivas intervengan sin darnos cuenta.
Acá vale preguntarnos, ¿qué fue lo que sucedió?, ¿qué es lo que ha sucedido que el amor se ha desvanecido y que el deseo se ha apagado? Analizar hasta dónde se trata de uno, hasta dónde se trata del otro o si simplemente cayó por su propio peso.
? También se escucha con frecuencia que el amor todo lo puede. Que por amor se hagan muchas cosas no necesariamente será suficiente para que la pareja pueda llevar una buena relación.
Puede haber amor, sin embargo la incompatibilidad en la relación no permite que la pareja pueda madurar. Discusiones, enfrentamientos, celos, y aun proyectos diferentes suelen influir contra la construcción de un camino viable.
? Esto lleva a otras preguntas: ¿qué pasa, qué es lo que se ama si se llevan tal mal? Obviamente no habría una respuesta general que sea aplicable a todos los casos. Sería oportuno intentar aclarar este enigma a partir de una indagación más profunda que lleva al interior de lo inconsciente.
Y la mayoría de las veces esto debe darse entre ambas partes, es decir, lo que le pasa a uno para luego confrontarlo ante su vida y su pareja.
? Tanto en la elección como en el desarrollo de la pareja suelen intervenir inexorablemente la posición subjetiva de cada uno. Es acá donde diversos conflictos no elaborados que pueden jugarnos una mala pasada.
"Elegir mal" siempre puede suceder, es factible. Pero si esta mala elección se produce de manera continua y en forma repetitiva es un suceso que no deberíamos dejar escapar. Repetir las mismas elecciones donde lo que aparece es el conflicto, o simplemente donde más que disfrutar se sufre, es una señal de alerta, un signo a ser leído.
Si la mala "elección" vuelve a ocurrir, en todos los casos la próxima pareja seguramente compartirá el mismo destino.
Condicionamientos:
Tener una relación o estar en pareja no es una obligación ni un deber. Durante mucho tiempo, sí lo fue, siendo socialmente cuestionado no casarse ni tener hijos, casi como un fracaso en la vida. Este condicionamiento social en ocasiones suele funcionar como un empuje a que esta "elección" conlleve un compromiso social y no el propio deseo.
? Estar solo o sola era mal visto, y en cierta medida hoy también. Es por esto que el refrán "más vale solo que mal acompañado" tiene sentido, y no porque la otra persona sea mala sino porque simplemente no funcionaría.
Es acá donde reside la importancia de tener una elección libre de condicionamientos, llevado por el deseo, y no por razones externas o el propio "síntoma".
? Suele ser una excusa simplista suponer que las malas relaciones o elecciones de pareja sean ajenas a uno, arribando a la conclusión más facilista en donde el responsable posiblemente sea el destino, el karma o la mala suerte, imposibilitando el hacerse cargo de lo que a uno le acontece y determina su vida
Fuente: LaCapital
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